No es nuevo que siempre trato de huir de los convencionalismos y que trato de huir de lo comun y corriente. Muchas son las reflexiones que tengo sobre esto.
Me gusta observar los lugares, la gente, lo que habla, lo que hace, las costumbres, buscando siempre encontrar aquello que es comun y corriente, buscando siempre el significado de "la gente".
Lo cierto, es que cada uno es especial, cada uno es distinto, cada uno tiene el poder de someter la realidad a su propia optica, convirtiendose asi en elemento diferenciador del resto del mundo... por eso hablamos de "la gente".
Durante mucho tiempo me ha inquietado mucho el hecho de conocer a tanta gente extraordinaria o especial, hasta el punto de preguntarme si en realidad no existe "la gente" como tal, sino que esto viene determinado por no conocer a todo el mundo en profundidad.
Este poder de ver el mundo con los ojos propios, en definitiva, el egocentrismo, es a la vez un poder real y ficticio. Real por que efectivamente la realidad se ve encauzada por nuestros actos, y ficticio por que sesgamos el mundo a nuestro antojo.
Todo el definitiva se filtra por el velo de nuestros miedos, miedos que no superamos, y por tanto que evitamos reconocer, lo que va moldeando a la vez nuestra forma de ver el mundo y agachandonos la cabeza hacia nuestro propio ombligo.
Estas reflexiones se acentuan ahora mas que nunca con esta batalla que disputo contra la cotidianidad y la improductividad. Y ha sido ultimamente cuando en determinados foros y circulos me doy cuenta de que realmente existe "la gente".
El devenir de los acontecimientos que acecen en nuestra vida asi como los miedos, van tejiendo velos y cortinas que van filtrando nuestro modo de ver el mundo, atenazando nuestra interpretacion de la realidad. La confianza, la cercania y quizas a veces ciertos destellos de valentia y arrojo, nos hace levantar algunos de esos velos como si los corriesemos con el brazo desvelandonos facetas de las personas que los convierten en especiales y separandolos de la masa anonima.
Pero ultimamente y quizas por el status de "liberado" del que disfruto y la propia consciencia que me proporciona toda esta reflexion, me ha hecho poder correr todas esas cortinas, pues bien es sabido mi intolerancia al miedo, viendolo todo a traves de un prisma revelador y a la vez devastador.
Cada vez veo seres mas pequeños, diminutos, y sin embargo a los que veia especiales, no los veo mas grandes, apoderandose de mi la compasion y la tristeza al apreciar las muecas del miedo entre los barrotes de la cruda realidad, que sobre todo en estos tiempos lugrubes para los aburguesados, estan azotando como una pandemia todo lo que nos rodea.
Y es llegados a este punto cuando llego a la estacion de la introspeccion. Preguntandome a mi mismo cuantos velos no he retirado aun, ¿que esta atenazando mi perspectiva si los hubiera? y volvemos al miedo y a mi intolerancia a este.
En definitiva, ¿volver al comienzo de la reflexion? ¿no soy mas sabio que al comienzo de estas lineas?
Que responda "la gente".
PD: Releyendo el post, me ha venido a la cabeza el mito de la caverna... que fuerte!

1 comentario:
que identificado me siento con lo que dices, yo siempre busco ese algo mas, e incluso me reprochan el por que digo algo de una persona si no la conozco, pero las personas siempre me dicen algo mas que solo ver una cara o un cuerpo.
Un abrazo Blas.
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