El sabado esta normalidad se vio truncada por la desaparicion de una de mis niñas, Leia, que ya presente aqui hace ya casi un año.
Afortunadamente, y tras mucho patearnos las calles, ha aparecido junto a casa. 52 horas metidas en los bajos de un coche esperando a ser encontrada. Muy magullada, con multiples heridas y un dedo de una de las patas delanteras roto, pero al fin en casa. La que mas contenta esta de su vuelta es el propio animal. Creo que estas primeras horas son de incredulidad, se le nota en la cara.
Prometo a partir de ahora buscar la manera de seguir "desahogandome" aqui, porque en el fondo lo hecho de menos, aunque no tenga motivos.
Saludos a todos.
